El poder de la conciencia
EL PODER DE LA CONCIENCIA
Mientras paseaba por una calle periférica de la capital, me llamó la atención un pequeño rótulo perdido entre una veintena de anuncios pegados en la puerta de un establecimiento, en el que decía:
Se hacen limpiezas espirituales de negocios y personas.
Aunque seguí caminando, la curiosidad no satisfecha me retuvo y me hizo volver para estar seguro de lo que había leído, pues me suele suceder que mis pies no obedecen hasta tanto no resuelvo mis dudas: no terminaba de entender aquello de limpieza espiritual, y mucho menos, de negocios.
Al fin, una vez estuve frente a la puerta y releí el rótulo deletreando su mensaje, sólo para satisfacer mi curiosidad, me decidí a entrar.
Me recibió una señora de aspecto exótico, con el pelo recogido en la coronilla en forma de escoba, simulando a una cacatúa, y mi primera impresión fue la de estar ante una embaucadora convencida de que estaba prestando un gran servicio a la sociedad.
-Por favor la pregunté-, ¿me podría decir usted a qué se refiere eso de limpiar el espíritu de un negocio? Porque si ya es difícil limpiar el espíritu a las personas, el espíritu de un negocio..... es que no lo entiendo.
-Pues verá me respondió un tanto dubitativa, pensando tal vez en la doble intención de mi pregunta.
-No repare en nada, señora la dije-, más bien le pregunto porque soy comerciante y todo lo que se mueve alrededor de éste mundillo, me interesa.
-Bien, pase, pase -me invitó a entrar mientras me indicaba con la mano la puerta de su despacho. Una vez sentados, frente a frente, comenzó a desgranar el secreto que, bajo su mágica dirección, conseguía liberar a cualquiera de sus remordimientos e influencias negativas.
-Hasta aquí todo perfecto, señora la interrumpí-, pero la incógnita sigue abierta y no veo que usted me indique el camino para llegar a la verdad. Insisto: quiero saber cómo se limpia el espíritu de un negocio.
-Muy fácil, señor -me contestó ésta vez convencida de que sacaría tajada-, si usted tiene problemas personales, adopta prácticas ilegales, maneja dinero negro o defrauda al fisco, esa inquietud que le atormenta se traduce en la negación del éxito o del buen funcionamiento de su empresa, por lo que nosotros le sometemos a unos cursos de contenido psicológico que le mantendrá con energías renovadas cuando aprenda a disociar lo personal de lo meramente comercial.
-Eso puede ser cierto, señora la dije-, pero lo que realmente cuenta es estar en paz con la sociedad y con la justicia.
-Por supuesto que sí me contestó-, pero en la vida, como usted sabe muy bien, lo que verdaderamente nos hace sentir felices es cuando estamos en paz con nuestra conciencia.
-De acuerdo, señora, ¿cuándo puedo empezar el cursillo?
-Si usted lo prefiere puede comenzar mañana.
Goreño
Mientras paseaba por una calle periférica de la capital, me llamó la atención un pequeño rótulo perdido entre una veintena de anuncios pegados en la puerta de un establecimiento, en el que decía:
Se hacen limpiezas espirituales de negocios y personas.
Aunque seguí caminando, la curiosidad no satisfecha me retuvo y me hizo volver para estar seguro de lo que había leído, pues me suele suceder que mis pies no obedecen hasta tanto no resuelvo mis dudas: no terminaba de entender aquello de limpieza espiritual, y mucho menos, de negocios.
Al fin, una vez estuve frente a la puerta y releí el rótulo deletreando su mensaje, sólo para satisfacer mi curiosidad, me decidí a entrar.
Me recibió una señora de aspecto exótico, con el pelo recogido en la coronilla en forma de escoba, simulando a una cacatúa, y mi primera impresión fue la de estar ante una embaucadora convencida de que estaba prestando un gran servicio a la sociedad.
-Por favor la pregunté-, ¿me podría decir usted a qué se refiere eso de limpiar el espíritu de un negocio? Porque si ya es difícil limpiar el espíritu a las personas, el espíritu de un negocio..... es que no lo entiendo.
-Pues verá me respondió un tanto dubitativa, pensando tal vez en la doble intención de mi pregunta.
-No repare en nada, señora la dije-, más bien le pregunto porque soy comerciante y todo lo que se mueve alrededor de éste mundillo, me interesa.
-Bien, pase, pase -me invitó a entrar mientras me indicaba con la mano la puerta de su despacho. Una vez sentados, frente a frente, comenzó a desgranar el secreto que, bajo su mágica dirección, conseguía liberar a cualquiera de sus remordimientos e influencias negativas.
-Hasta aquí todo perfecto, señora la interrumpí-, pero la incógnita sigue abierta y no veo que usted me indique el camino para llegar a la verdad. Insisto: quiero saber cómo se limpia el espíritu de un negocio.
-Muy fácil, señor -me contestó ésta vez convencida de que sacaría tajada-, si usted tiene problemas personales, adopta prácticas ilegales, maneja dinero negro o defrauda al fisco, esa inquietud que le atormenta se traduce en la negación del éxito o del buen funcionamiento de su empresa, por lo que nosotros le sometemos a unos cursos de contenido psicológico que le mantendrá con energías renovadas cuando aprenda a disociar lo personal de lo meramente comercial.
-Eso puede ser cierto, señora la dije-, pero lo que realmente cuenta es estar en paz con la sociedad y con la justicia.
-Por supuesto que sí me contestó-, pero en la vida, como usted sabe muy bien, lo que verdaderamente nos hace sentir felices es cuando estamos en paz con nuestra conciencia.
-De acuerdo, señora, ¿cuándo puedo empezar el cursillo?
-Si usted lo prefiere puede comenzar mañana.
Goreño
10 comentarios
Goreño -
white -
Goreño -
Goreño -
La verdad es que enviar el mismo texto ya no tendría sentido. Gracias paisana por tu comentario. Besito
Goreño -
Parece ser que es una nueva modalidad para vivir ignorando lo malo que se haya podido hacer.
Gracias, un abrazo.
Gracias, Nofret, siempre puntual y generosa.
Tienes razón, por ser la conciencia el peor de los testigos, los hay que intentan desvincular la responsabilidad moral del delito o la fechoría.
Como ya he dicho a nuestra amiga Tequila, me inclino por los textos cortos por este medio, creo que son menos pesados para su lectura.
Saludos
white -
NOFRET -
Aún así, es interesante la idea de sociedad y justicia (o moral y ley) contra conciencia, que no siempre van de la mano. Si uno es muy pobre y se roba un dulce de un hipermercado, será ilegal, pero no nos pesará en la conciencia (lo digo por experiencia) ;)
Cerro -
Goreño -
tequila -
Saludos:
Tequila.